Huki.

Como os contaba en el artículo anterior, todo empezó con una perra llamada Huki. Por lo que decidimos llamar a la marca igual: Huki.
El proyecto duró poco tiempo, por varios motivos.
El primer motivo, fue que una empresa hawaiana registró el nombre para su negocio de alquiler de embarcaciones. Aprendimos una lección fundamental: registra el nombre de tu marca y, a ser posible, no lo hagas solo a nivel nacional, hazlo al máximo nivel que te puedas permitir.
El segundo motivo, fue que otras empresas de moda tenían logotipos muy similares. Eso nos echaba para atrás, ya que queríamos ser inconfundibles y diferenciar nuestra imagen de marca.
El tercer, y último, motivo, fue que adoptamos a un segundo Pit Bull, Pocho, y queríamos homenajearle a él también, en realidad, queríamos homenajear a todos los perros como ellos, a sus dueños y a la gente que persigue sus sueños sin descanso, ayudando y aprendiendo por el camino.
Por lo tanto, después de todo esto, comenzó un nuevo ejercicio de construcción de marca, desde cero, pero teniendo muy claro qué queríamos y porqué.